En los comentarios que se suscitaron a raíz del artículo ¿Estilo? me ofrecieron leer este libro publicado en Amazon. Ya entonces dije que cuando terminara los que tenía entre manos y alguno que llevaba pendiente un tiempo me pondría con su lectura. No es el primer libro que leo tras una recomendación que me dejan en el blog o que me llega a través de correo electrónico y seguiré haciéndolo porque hacer esto me ha llevado a descubrir lo que para mi han sido auténticas joyas.
Sinopsis: (Tomada de la página del autor)
Una comisaría es un lugar donde se puede encontrar el tipo más variopinto de gente que uno se pueda imaginar: victimas, ladrones, violadores, chantajistas, estafadores, timadores, viciosos, depravados, asesinos, políticos, gente de la SGAE y... por haber de todo, hay hasta policías. Os invito a pasear por la Comisaria del Norte, lo que por motivos de seguridad puede verse de ella, claro.
Primero fue una tormenta eléctrica... Luego un agente asesinado...
El comportamiento totalmente pasivo de la mayoría de policías de la comisaría, incluido el propio comisario, harán necesaria la presencia de Sebastián Orozco, acreditado subcomisario cuyas habilidades le han hecho merecedor de los destinos más difíciles. El nuevo destino supone otro desafío; allí no quiere ir nadie y ahora menos, pero Orozco no se puede negar.
Este crimen le permite avanzar y retroceder en la historia de la comisaría, ubicada en lo que fuera una de las mayores instituciones mentales de Europa de primeros de siglo, antes llamadas manicomios. Orozco se rodeará de viejos y nuevos compañeros para resolver los misterios. Uno de ellos es su mejor amigo y exagente del cuerpo; otro, una joven policía dispuesta a todo. Juntos descubrirán partes de la historia del manicomio que todo el mundo habría preferido olvidar.
Opinión personal: Este libro me ha dejado con una sensación ciertamente agridulce. Ha tenido aspectos bastante positivos, pero también detalles que no me han gustado demasiado y que me han hecho plantearme algunas cuestiones.
Empiezo por la parte positiva: La historia está bastante bien hilvanada y sobre todo en su primera parte la leí con gusto. Creo que el protagonista principal, Sebastián Orozco, está realmente bien caracterizado y su personalidad le hace convertirse en alguien muy atrayente desde el punto de vista de un lector. Irónico, con mala leche, inteligente, listo y la vez cumplidor de sus obligaciones, aunque no le gusten.
Evidentemente el autor conoce bien el mundo y el ambiente policial y además consigue expresarlo muy bien para mi gusto, aunque es cierto que a veces puede llegar a pecar en exceso.
El precio del libro es también un aspecto a destacar, 3,44 dolares (poco más de dos euros) hace recomendable la compra antes que la búsqueda del libro en lugares más recónditos...
Vamos ahora con la parte negativa. Me voy a extender algo más, no porque pese más lo negativo que lo positivo en la novela sino porque como decía antes la lectura del libro me ha planteado algunos interrogantes.
El formato del libro no me ha gustado demasiado, aunque entiendo que esto es algo bastante personal y subjetivo y el autor puede decidir hacerlo como le venga en gana. Pero los símbolos << y >> para marcar lo que pensaban los personajes no me ha parecido demasiado acertado. Los cambios del tamaño de la letra, cuando se nos contaba alguna historia a las que tan aficionado es Orozco y el formato en negrita sin venir a cuento en ocasiones es algo que me ha dejado ciertamente desconcertado.
El libro tiene un precio, económico ciertamente, pero eso no es óbice para que cuando publicamos algo lo echemos antes un vistazo y hagamos una revisión como Dios manda. En casos como este, en que hablamos de una autopublicación, puede que contratar a un profesional no sea rentable pero seguro que el autor tiene amigos y conocidos que sin duda pueden ayudarle a encontrar errores que en algún caso pueden tratarse de erratas (Location 5225) pero en otros casos hablamos de faltas de ortografía (Location 3809) o errores gramaticales (Location 6276) de cierta enjundia. Estos que señalo no son los únicos, al menos los que yo he señalado (y no lo hice desde el principio) superan la decena.
Hablaba de las cuestiones que me planteaba, y en este caso por ejemplo me surge la duda de si es imposible prescindir de los editores o si son necesarios para vigilar la calidad del producto. Que un libro pase por las manos de un editor no es garantía de que se trata de una obra buena, pero posiblemente nos asegura que ciertos errores no lleguen al lector.
Volviendo a la historia me quedó la sensación de que va de más a menos, quedando algunos aspectos, que al menos a mi me parecían interesantes, resueltos de manera somera y un poco para salir al paso, como por ejemplo el problema de productividad de los policías de la Comisaría, o por ejemplo el papel de la Comisaría que también creo que pierde un cierto protagonismo dentro de la novela ya que yo inicialmente esperaba que aportara algo más.
Demasiadas aspectos confusos solucionados de manera fácil pero no siempre acertada.
Valoración personal: 2,5 sobre 5.
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