Gracias a una entrada en el Twitter de @SPalazzi llego a la noticia de que los lectores de libros electrónicos leen 2,6 libros de media al mes frente a los 1,9 libros de media que leen los lectores de libros en papel. (Casi un 37% más). Esto no deja de ser más que un pequeño estudio hecho a 1200 personas y no hay que darle tampoco más importancia de la que tiene, pero creo que es significativo de por donde van los tiros en la actualidad.
¿Sorprendente? No, para nada. A día de hoy estos resultados se pueden considerar algo normal. Los lectores electrónicos poco a poco van popularizándose y cada día van teniendo precios más asequibles, con lo que es normal que los primeros usuarios de estos dispositivos sean/seamos "lectores compulsivos". Un lector electrónico es un aparato que no tiene sentido para aquellas personas que se leen cuatro o cinco libros en un año, pero para quién lee más de 20 o 25 libros al año la compra de un ereader se puede convertir en una inversión que va a amortizar muy rápidamente.
Al hilo de esto si que me gustaría señalar el desprecio que nos están regalando las editoriales a los que, según estos datos, podríamos ser considerados sus mejores clientes. Es posible que pronto empecemos a escuchar que las librerías y las editoriales empiezan a poner el grito en el cielo porque cae espectacularmente la venta de libros (caerá la venta, de eso no me cabe duda, pero no caerá el índice de lectura, de hecho posiblemente hasta aumente) y las culpas irán a los usuarios porque se ponen parches en el ojo, a Internet responsable de la distribución masiva de libros y hasta a Amazon... Tiempo al tiempo.
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