miércoles, 18 de enero de 2012

El edificio de Yacobián - Ala'a Al Aswany



En el marco de la política internacional, la Primavera Árabe ha llenado portadas de periódicos de todo el mundo, acaparado boletines informativos y colapsado redes sociales como Twitter y Facebook con sharings y comentarios. Tras la sublevación del pueblo tunecino, le tocó su turno a Egipto, gobernado por Mubarak desde el año 1981. El 11-S, acaecido en el 2001 y, diez años más tarde, las revoluciones árabes han puesto el mundo árabe y, en especial, el Islam en el ojo del huracán informativo por los tan necesarios cambios políticos, sociales y económicos que la región lleva pidiendo a gritos en silencio desde hace décadas. 

Puede parecer el rollo de siempre, pero la imagen que, en términos generales, tiene Occidente del mundo árabe (y viceversa) es completamente errónea. Las culturas, las creencias religiosas y las lenguas diferen de un país a otro, de un continente a otro, pero la naturaleza del ser humano es la misma allá donde vayamos; en torno a este tema gira mi propuesta literaria. 

Sinopsis (extraída de Maeva): una novela construida como un mosaico donde las vidas de los personajes se cruzan y se separan ante la mirada compasiva y sin perjuicios del autor. Construido en 1934 en una de las principales avenidas del Cairo, el Edificio Yacobián es al mismo tiempo una imagen representativa de los últimos setenta y cinco años de la historia de Egipto y una radiografía de la sociedad egipcia contemporánea. Cada piso parece representar un estrato de la sociedad y por la novela vemos desfilar a los habitantes más variopintos: aristócratas decadentes, hombres de negocio, políticos corruptos, pobres de solemnidad que ocupan la azotea del edificio, un escritor gay... Alaa Al Aswany ha reunido en su edificio un auténtico microcosmos de la sociedad de su país, lo cual le permite tratar temas candentes en un país lleno de contrastes, como la corrupción de las instituciones, la discriminación de la mujer o las dificultades de los jóvenes para ascender en la escala social.


Opinión personal: por recomendación de una gran amiga, me hice con un ejemplar electrónico de este título, al que le hinqué el diente una vez terminados los exámenes. Me enganchó de tal manera que lo terminé en dos noches; la culpa la tuvo la fluidez del lenguaje (gracias Álvaro Abella por tan fantástica traducción), la intriga con que nos deja el autor para rápidamente cambiar de piso, así como las historias tan duras y tan extravagantes que a veces se confunden con la realidad. Como decía al principio, la naturaleza del ser humano es la misma en cualquier parte del mundo, independientemente de la cultura o religión reinantes. El alcohol, las drogas, el abuso de poder, el sexo no son un invento de Occidente, sino que ahí están vayamos donde vayamos, sin importar tampoco la época en que nos desplacemos. Me impactó la claridad y espontaneidad con que Al Aswany describe El Cairo, una ciudad que se embriagó de la cultura occidental procedente de Reino Unido y Francia pero que, pasados los años, se levantó resacosa y desconcertada, preguntándose: ¿el modelo occidental es garantía de un estado democrático? ¿Es el estado islámico una alternativa a este modelo?"

Por temas de traducción, así como para mantener el local flavour de la obra, el traductor deja vocablos en árabe transcritos al alfabeto latino, pero ¡que no cunda el pánico! El traductor incluye al final de la obra un pequeño glosario explicando el significado de las palabras transcritas.

Buscando en internet, he podido comprobar que la obra se llevó a la gran pantalla y a la televisión. Tal vez sean manías mías, pero me opongo a ver una película si antes he leído el libro. Con el acaecer de los acontecimientos, uno le pone cara a los personajes y, en la gran mayoría de los casos, no coincide con la que escoge el director de la película. Por mi parte, prefiero quedarme con la imagen personal de los personajes que mi imaginación ha ido creando según pasaba de página.

Valoración personal: 4,5 sobre 5.

Esta entrada es mi pequeño homenaje a todos aquellos que durante meses salieron a las calles de El Cairo, hace ahora casi un año, para protestar y gritar basta ya ante la situación de corrupción y el abuso de poder por parte de los dirigentes políticos. 


Ya que soy de las que piensan que la literutura, además de evadirnos de la realidad, sirve de medio de transmisión de culturas, creencias e ideas distintas de las nuestras, he querido invitaros a nadar entre las aguas de la inmensa cultura árabe. 

Gracias a José Luis por darme esta oportunidad de haceros llegar cómo se vive y se piensa en esta parte del mundo.

Saludos.

3 comentarios:

  1. Gracias Isabel por esta, tu primera contribución a nuestro blog.
    Uno de los motivos de seguir la Ebookteca de ZonaeReader era que uno podía descubrir libros a los que de ningún otro modo podría haber llegado. Me ha encantado tu reseña y de hecho me apunto este libro como pendiente para el próximo mes, ya te contaré, o publicaré por aquí mis impresiones al respecto.

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    1. Gracias por tu comentario, José Luis. Tienes razón: Zona eReader nos ha dado la oportunidad de encontrar libros de los que nunca hubiéramos sabido, simplemente por el hecho de no ser "best sellers". Hace mucho tiempo que dejé de guiarme por esa "distinción" para, en su lugar, confiar en los compañeros de Zona eReaders.

      Saludos.

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  2. ¡Cuánto tiempo sin leerte, Aisha!

    Me has dado otro motivo para leer este libro que encantó a mi mujer y que, con los tiempos que corren, cobra una nueva perspectiva.

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