Este libro era el que estaba pendiente de lectura desde el mes anterior aunque ya hace unos cuantos días que terminé su lectura y no me decidía a publicar la reseña. Fue un ofrecimiento de su autor que permitió su descarga gratuita durante unos días desde la página de Amazon. Actualmente se puede comprar en esa página por 0,92 euros.
Sinopsis: (Tomada de Amazon)
En 1540, a bordo de un barco, cargador de esclavos, una serie de muertes misteriosas se van sucediendo. Lo único que los cadáveres exhiben es una extraña marca con las iniciales BA.
Años más tarde, en 1577, mientras un extraño cometa pasa por los cielos de Lisboa, Diogo de Ataíde, un pobre poeta y “escribidor de oficio”, inicia un fantástico viaje a la historia de sus verdaderos orígenes. Lo hará gracias a lo que su padre putativo, Fray Luis, dejó dicho antes de morir, y a las confesiones de su viejo amigo Lopo Farías. Ambos testimonios lo ayudan a desenterrar un pasado enigmático que jamás había sospechado existir y que involucra a un sinfín de extraordinarios personajes con la existencia de un misterioso mapa que señalaría la ruta hacia un magnífico Reino de Oro en las selvas de Sudamérica.
A partir de este punto, el narrador nos revela no solamente el pasado de su familia , sino también un fresco de la fascinante Lisboa del siglo XVI; una ciudad que detenía el monopolio de las riquezas orientales y el dominio del ignominioso tráfico de esclavos.
En esta novela, primera parte de una saga familiar, Rainer Sousa llevará el lector a descubrir una época marcada por la violencia atroz, la pasión desenfrenada y la ambición desmedida.
Opinión personal: Empecé leyendo con gusto la historia pero pronto me dio la sensación de que se divagaba mucho y se avanzaba poco. Creo que los mimbres son buenos pero no se llegan a tejer con la soltura que a mi me hubiera gustado. Algunos de los personajes están muy bien retratados, como puede ser el caso de Lucrecia, pero hay otros a los que no se les saca el partido suficiente, como la negra Teresa o Nkola, por citar solo un par de ellos.
Soy un firme defensor de los autores que, bien por falta de oportunidades, bien porque así lo deciden, apuestan por la autopublicación, pero hay casos en los que me arrepiento e incluso me hago cruces pensando en lo imprescindible que puede ser el tener un editor detrás. Me podrán decir que soy demasiado tiquismiquis pero encontrarme un libro plagado de erratas, faltas de ortografía, signos de puntuación que se repiten simplemente me... molesta. Me molesta porque me da la sensación de que el autor debería haber revisado su obra una y cien veces si es necesario antes de ponerla a disposición de los demás, estoy completamente seguro de que hay familiares y amigos dispuestos a señalar erratas y más cuando como es el caso aparecen por doquier y es que no hay dedos en las manos para contar las que yo he ido encontrando.
Lo siento, pero tanto como el fondo creo que un libro debe primar la forma y no me voy a parar tanto en la maquetación o en las Tablas de Contenido (TOC) que considero de gran importancia en los libros digitales sino en esos errores que en algunos casos hacen incluso plantearse el seguir con la lectura.
Valoración personal: 2,5 sobre 5.
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