Sinopsis: (Tomada de la editorial 23 escalones) Relatos y microrrelatos macerados en el humor corrosivo de la autora grancanaria y condimentados con su particular ironía.
Capitalismo hepático
Aquel ribosoma, cansado de formar parte de un órgano comunista, gritó a viva voz: “¡Quiero mi propia célula privada!”. El cáncer fue fulminante.
Opinión personal: Toques de humor, surrealismo a raudales, fina ironía, cierta mala leche...
El libro es un compendio de relatos y microrrelatos que abordan distintos asuntos. En la primera parte son los políticos los que salen mal parados. Escabrosos y en algún caso hasta ciertamente desagradables, pero que nos pueden hacer esbozar una sonrisa.
En las discusiones meta-químicas y la filosofía microorgánica hacemos un recorrido por nuestro cuerpo como en el microrrelato que adorna la sinopsis de la obra.
Luego le toca a Dios que tampoco sale libre de llevarse una buena.
Pero sin duda lo que más me gustó fueron los tres relatos finales, los dos últimos más en concreto, el de los sobres negros y el de la tía Virginia. Siempre con el tema de la muerte pero desde un punto de vista muy vital...
Valoración personal: 3,5 sobre 5.
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