viernes, 4 de mayo de 2012

El hombre anumérico, John Allen Paulos

De vez en cuando a uno le apetece leer libros relacionados con su campo. Había oído buenos comentarios sobre este libro y de hecho hace tiempo un alumno me lo recomendó diciendo que seguro que me iba a gustar. Siento no tener que darle la razón, pero hay divulgadores matemáticos que me parecen mucho más atractivos y didácticos.


Sinopsis: (Tomada de Lecturalia)
En este brillante ensayo, al alcance de cualquier lector, el matemático norteamericano John Allen Paulos nos revela cómo nuestra incapacidad para aprehender la ley de los grandes números, y todas las probabilidades que conllevan, desinforman políticas de gobierno, confunden decisiones personales y aumentan nuestra vulnerabilidad ante todo tipo de seudociencias.

¿Por qué sabemos tan pocas matemáticas ? ¿Es voluntaria o no esa resistencia nuestra a comprender ese aspecto siempre más presente en nuestra vida diaria ? ¿Cuál es el coste social e individual de esta ignorancia ? Para que entendamos mejor sus argumentos sobre los grandes números y las probabilidades el autor recurre a divertidas y cotidianas anécdotas ilustrativas. Comprendemos entonces sin esfuerzo por qué nos empeñamos en jugar a la lotería o en acudir a astrólogos y adivinos, por qué suspendemos viajes por temor a atentados terroristas, no sabemos cuadrar una cuenta bancaria o pensamos que poco importa un billón de pesetas de más o de menos en los presupuestos del Estado, por qué perdemos tanto tiempo en nimiedades y cometemos tantas torpezas evitables.

Opinión personal: No diré que la lectura de este ensayo me ha defraudado porque no sería verdad, pero no ha terminado de gustarme.
Supongo que para un lector poco familiarizado con el mundo de las matemáticas en el libro sobran números y datos y me dejó la sensación de que no es todo lo didáctico que debiera. Demasiado número, demasiados porcentajes y sinceramente no sé si alcance de todos.
Por contra para aquel lector para el que las matemáticas no son un coco, y que además las trabaja, el libro seguramente queda un pelín corto y no porque debiera ser más avanzado, sino porque los ejemplos y anécdotas que comenta son bastante conocidos.
Otros dos de los grandes problemas es que por una parte el libro se circunscribe demasiado a los lectores norteamericanos hablando de programas de televisión con sus presentadores y personajes aquí totalmente desconocidos y por otra se ciñe a una época muy concreta, con lo que abundan demasiado las citas a la época del gobierno Reagan.
Por cierto no sé si es apreciación mía pero me da la sensación de que el autor piensa que los hombres están más preparados que las mujeres cuando se habla de números, cosa con la que para nada estoy de acuerdo, mi sensación es justo la contraria.

Valoración personal: 3 sobre 5.

1 comentario:

  1. Todos los que saben de números, en particular de matematicas financieras, están en los bancos.

    Pero no están exactamente en las cúpulas directivas, pues la edad de muchos de ellos prácticamente garantiza un anumerismo similar al del común.

    Los matemáticos y expertos en matemáticas financieras están en el escalón de los subordinados, particularmente en los centros de datos y cuchitriles donde se fabrican "productos" financieros y se juega en corto con excrementos de similar ralea fabricados por "la competencia".

    Pues bien, ha sido precisamente toda esa matemática financiera, utilizada bajo los principios morales propios de un Al Capone, lo que ha dado como resultado esta atroz crisis.

    Los duros neoconitos celebraron mucho ese libro que se cachondea de la estupidez del hombre común, de su anumerismo, ahora les preguntaría donde están los millones que ganasteis con vuestra perspicacia numerista.


    La mayoria que la de matematicas, sobre todo cuando pretende que está hablando de modo didactico en realidad se está exhibiendo, esta sometiendo a un mas o menos abierto o disimulado ejercicio de humillacion soibre el lector, pues casi siempre las didacticas lecciones comienzan con fabulitas de una sencillez inutil que no sirven para comprender la subsiguiente sarta sadica de numeros y formulas. En definitiva, explican para quien no ha de necesitar esas explicaciones.

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